Este es mi regalo para todos y todas ustedes en mi cumpleaños:
|“Sé quién fui, y puedo decirte quién podría haber sido yo, pero ahora
sólo estoy en esta línea de palabras que escribo”. Úrsula K. Le Guin
(Lavinia)
—Alex
¿quieres chocolate?
—No mamá,
gracias.
—Aquí tienes
el chocolate.
—Eh… gracias
mamá.
Es que como dice el cuento de Aquiles Nazoa: “Mi madre vive en un pueblito de recuerdos:
Yo algunos domingos me subo en el elefante del Libro Mantilla para ir a
visitarla”.
Algunas personas, a veces demasiadas, rechazan a las
personas viejas, peor aún si son enfermas o pobres. A veces hacemos chistes con sus
descuidos, equivocaciones y traspiés.
Para mi es claro que ese rechazo es sólo miedo. Miedo al momento que seamos como ellos.
La vejez, la enfermedad y la pobreza te van
quitando las cosas que importan hasta que te quita lo primero y lo último que
todo humano tiene: La vida. Claro que eso asusta y mucho.
Ese miedo ha estado presente a lo largo de la historia
humana: En los cuentos de hadas las mujeres viejas y pobres son brujas y los
hombres viejos y pobres son o pordioseros o peligrosos villanos.
Esta situación está empeorando. La publicidad ha construido
el mito de la juventud eterna. Los héroes son siempre jóvenes y prósperos.
A la vez, la vejez y la miseria son invisibilizadas. Los
adultos mayores enfermos son sólo dignos de lástima, cuando no de olvido.
El miedo y sus derivados son la forma tramposa que tenemos
de evitar pensar en nuestro propio futuro y nuestra propia vejez.
Esas conductas nos impiden relacionarnos de manera positiva no
sólo con las personas que tienen estas condiciones, sino con nosotros mismos.
|Descubrí allí que uno puede llorar todo lo que quiera, y que eso no
ayuda mucho. Úrsula K. Le Guin (La mano izquierda de la oscuridad)
Pero no quiero hablar de los miedos de la gente en general,
sino de los míos y de que quiero hacer con ellos.
Los años avanzan, la enfermedad también, la pobreza ronda
por la mayoría de los venezolanos.
Algo habrá que hacer, aunque sea desnudar mis miedos para
hacerlos salir y ver a la cara esos monstruos.
No soy para nada de esos que glorifican la vejez. Me parece
que aquellos que hablan de abuelitos felices, llenos de sabiduría y respetados
por las personas que los rodean, viven en otro mundo o forman parte de la
minoría de personas que tienen los recursos suficientes para tener una vejez en
paz.
Por el contrario, la vejez, sobre todo combinada con la
enfermedad y la pobreza es una mierda. Me disculpan la palabra fea, pero es la
verdad.
En Venezuela los estudios recientes hablan de que los
adultos mayores en su mayoría viven situaciones enormemente
difíciles: Sin dinero (les robaron las prestaciones sociales y la inflación
constante les arrebatan los pocos ingresos que tienen) sin sistemas de salud que los
protejan (el sistema de salud venezolano fue destruido) y a veces en soledad
(muchos de sus hijos y nietos han tenido que emigrar)
Aún aquellos que aún estamos un poco por encima de la línea
de la pobreza vivimos en una incertidumbre enorme.
Pero, como dice la frase que inicia esta parte, llorar no
ayuda de mucho.
| Si continuas así, si sigues huyendo, dondequiera que huyas siempre
encontrarás el peligro y el mal, porque es ella la que te lleva, la que elige
tu camino. Eres tu quien ha de elegir. Tienes que hostigar a quien te hostiga.
Tienes que perseguir al cazador. Úrsula K. Le Guin (Un Mago de Terramar)
Sé que no puedo seguir huyendo. Que no hay para dónde ir que
no sea el mismo camino que lleva al mismo final. No hay otra estrategia que la
de seguir pataleando.
Al igual que Ged de Terramar, la novela de Úrsula K. Le Guin, sé que sólo podré vencer a la sombra que me persigue si me integro a ella, en mi luz y en mi oscuridad.
Por ello, me dispongo a perseguir a mi sombra, Quizás a darle caza.
Lo primero es persistir.
Para ello tengo que trabajar en lo que sé hacer e intentar hacerlo cada día mejor. Ese propósito no tiene el menor rasgo de heroísmo. No tengo otra opción. Además de que, desde ya, darme por vencido no es una opción válida para mí. Por lo que espero poder seguir dando de mi todo lo que pueda por algún tiempo más.
Lo segundo es viajar en compañía.
A diferencia del mago, y porque no lo soy, no quiero
enfrentar a la sombra yo sólo. Me produce un miedo aterrador.
Necesito una mano que me sostenga. Unos ojos que miren por
mí. Una voz que me guíe.
¿Tendré el derecho de pedir esos deseos?
| La vaguedad engendra vaguedad, y algunas preguntas, por supuesto, no
tienen respuesta. Úrsula K. Le Guin (La mano izquierda de la oscuridad)
| Pero tenía además un arte más grande, un arte que no se aprende: el de
la bondad. Úrsula K. Le Guin (Un Mago de Terramar)
¿Eso querrá decir que tengo que hacer el bien?
Esta idea no me cuadra del todo. Vivimos en un mundo en gran medida perverso, hacer el bien puede ser algo perverso también. Es claro que es posible hacer mucho mal queriendo hacer el bien.
Además, ¿qué significa hacer el bien? Eso depende del punto de vista en que se lo mire.
Pero puedo intentar ser bondadoso.
Eso no tiene que ver con parecer un viejito bueno. Eso me
produciría repulsión. Tanta cursilería, como diría Aquiles Nazoa, es
pavosa.
En mi caso ser bondadoso es intentar interesarme más en
otras personas y apoyarlas, en particular de aquellas que sufren y están solas.
Es intentar estar cerca de quien lo necesite, aunque no pueda estar físicamente
cerca.
Dar una mano, una palabra, aunque eso sea poco.
Hay en este momento tantas personas heridas por las
múltiples crisis que nos golpean. Ellos y ellas también tienen mucho miedo.
Compartiremos nuestros miedos y aunque no los convirtamos en
valentía, los haremos un poquito más pequeños, más llevaderos.
También puedo tratar, hasta donde sea posible, que mi trabajo sirva para ayudar en algo a los más
afectados y en especial a los olvidados.
No es mucho, pero es lo que tengo.
Además el futuro es incertidumbre.
Sólo tengo un presente muy imperfecto para una tarea que siento cada vez
más difícil.
Así que seguiré adelante con estas ideas imperfectas con mis miedos, dolencias y ceguera. Y lo haré con
terca esperanza.
Hasta donde llegue.
Al finalizar me conseguiré con mi sombra, quizás más fuerte, quizás con menos miedo.
Y para ti que me leíste hasta este punto gracias, gracias,
gracias por lo que me has dado.
Espero tener la oportunidad de darte un abrazo en algún
momento, aunque sea cuando ya no pueda verte.
Querido Alejandro y. Cuando digo querido hago honor al recuerdo de las cosas que aprendí por vecindad a tus conversaciones libros paseos y conciertos que tuviste a bien llevarme: GRACIAS por todo estás palabras me llegan al alma y me hermano contigo. Y a su vez deseo para ti en tu día paz salud alegrías prosperidad y bienestar en compañía de los que te queremos de cerca y de lejos. No estás solo en tu viaje. Tqm
ResponderEliminarUy soy Bea Gómez Martínez
ResponderEliminarCecobianos, uníos! :p
EliminarHola Ale. Siempre que te leo me emocionas, sea para la denuncia, sea para la parte humana. Considero un enorme privilegio ser tu amigo. Abrigo la esperanza de volverte a ver y abrazarte en persona.
EliminarGracias. Feliz cumpleaños, amigo de mucho tiempo, aunque lejos, siempre aquí.
ResponderEliminarPasan los años, nunca hubo una lección sobre aprender a envejecer ni aprender a ser el bien, pero si a seguir un modelo de alta destrucción que se ha vendido como la meta aspirada. En esa meta, con la desaparición de los viejos, han idealizado la juventud impetuosa, imprudente y hasta irrespetuosa. Y lo cierto que llegamos, con los cabellos grises y surcos en la piel, para continuar viviendo con la esperanza, aveces marchita, para hacer lo que educadores ambientales han llamado el bien. Mis respetos a tu vida Alejandro (soy Rayen)
ResponderEliminarEs verdad que, a estas alturas de la vida, las incertidumbres nos acechan y el final nos asusta. Pero aquellos que realmente deben sentir miedo, son aquellos que, de sus vidas, no han hecho nada y sus legados es la nada y la oscuridad total… y tú, mi querido amigo, estás muy lejos de eso y muy cerca de la Luz. Agradecido, te manda un abrazo Pepe Cárdenas.
ResponderEliminarQuerido Alejandro, he disfrutado cada una de tus palabras, desde la distancia, saber que estamos tan cerca atraves de estos medios electronicos, te abrazo. Agradezco haber coincidido en la vida contigo atraves de Magda y que hayas disfrutado de mi pais y bello Colima. Sabes que cuentas con una mano que te sostenga. Gracias por seguir escribiendo y trabajando desde tu trinchera por hacer bien a quien lo necesita! Un abrazote :) Myriam
ResponderEliminarMi mago de Caracas, nunca mejor dicho. De una ciudad, de un país que alguna vez fue benigno con sus hijos y hoy como Saturno se devora a los más débiles. Tus palabras describen una realidad cercana a pesar de la distancia. Y a pesar de todo, sigues siendo mi orgullo por tu entereza ante esa triste realidad. Seguirás de pie, a pesar de los años. Nunca derrotado por la oscuridad, porque los que tienen alma de luchadores y tu eres uno que decidiste quedarte a luchar, jamás son vencidos. Siempre amigos, hermanos de la vida y nunca nos dejamos atrás. Un beso inmenso a mi amigo-maestro-hermano. Siempre presente
ResponderEliminarAlejandro que manera tan cruda y hermosa has descrito tus miedos, que son nuestros miedos. Como dicen por ahí, lo importante de vivir la vida es dejar una huella, y tu lo has hecho, con tus conocimientos, tu cultura y esa manera tan hermosa de escribir. Espero que logres, convivir en armonía con tu sombra. Y que la veamos como ese planeta oscuro y alejado, que sin embargo está allí, para convivir en equilibrio. Espero poder darte un fuerte abrazo de cumpleaños, cuando nos veamos y espero que sea en este mundo terrenal, y no, en el otro celestial.
ResponderEliminarAlejandro!! No te has quedado corto, en tu espléndida y desfachatada sinceridad al describir sentimientos que encuentras, a una edad y en un país. En tu juventud llevabas la misma actitud para todo, admirar en bosque nublado de Henry Pittier, admirar las estrategias biológicas en los manglares, agradecer una buena charla o criticar a algún colega. Sincero y punzante, en vino tinto aterciopelado. Gracias por ser y sentir y hablar con todo tu ser. Esa incertidumbre y esos miedos… esa certidumbre y esos miedos. Miedos los que a veces nos llevan a tomar ciertas decisiones, muchas veces no las amas afortunadas. Escucho valentía y coraje , y espero verte y abrazarte uno de estos meses, en uno de estos dos años que se avecinan. Pues estaré habitando allá, Compartiendo sueños, y trasnochos
ResponderEliminarFelicidades y que podamos al final encontrar nuestra sombra sin tanto miedo. Me encanta Ursula Leguin.
ResponderEliminarSoy Silvia Di Lena, te abrazo y agradezco!
Muy buenas noches. Le saludo respetuosa y agradezco su entrega y le deseos pasos luminosos y creativos, pues ese parece ser su andar. Hay una cita de Deepak Chopra que para mí es un balsamo pret-a-porter: "Fear is a proyection of memory". Y hay un maestro espiritual el Dr Richard Watkins del que hay muchos videos cortitos. Sus visiones son fascinantes, agraciadas y demoledoras, pues parecieran derrumbar las murallas que construimos en nuestra mentes.
ResponderEliminarMuchas gracias y sí lo leí hasta el final. Me encantan las fiestas de cumpleaños diferentes. Namaskaram